25.1.07

Frío, lluvia, viento y fuera

Vengo de darme una vuelta por la ría. Apenas llovió en toda la mañana. Ahora mismo el cielo brilla azul, salpicado por algodonosas nubes deshilachadas por una brisa juguetona. Hace una hora, sin embargo, y coincidiendo con mi visita, caía de allá arriba una infernal vomitona de agua. Escampó a ratos, y aproveché para escanear la bajamar en busca de novedades ornitológicas. Ni una. Conté las gaviotas cabecinegras: 41. Y ya no conté más. Me entretuve mirando a los chorlitos. Uno de ellos atrapó un inmenso arenícola que se contorsionaba más que Beyoncé Knowles con tiritona. Al rato apareció una enorme hembra adulta de halcón peregrino que puso a bailar a todo el personal. No pilló nada, y como se echaba encima otro chubasco se fue por donde había venido. Me pareció una decisión de lo más sensata, que me apresuré a imitar.

No hay comentarios: