Bajaba la marea, poco a poco. El viento de noroeste no podía con el calor que derramaba el sol, y por algún motivo las aves se mostraban más confiadas que de costumbre. La luz era casi perfecta. Este chorlito gris me dejó que le retrarara de bien cerca:
Lo mismo que esta garceta común:
Siguen las 3 espátulas, conté 33 garzas reales, 3 zarapitos trinadores, más de 150 correlimos comunes, 36 ostreros:
Entre las 84 gaviotas cabecinegras, muchas adultas mostraban ya la cabeza casi del todo negra:
En los arbolillos del paseo cantaban con entusiasmo varios machos de pardillo vulgar:
A este bisbita común lo fotografié un instante antes de que se echara al césped a capturar algo a lo que, como puede verse, ya había echado el ojo:
Pasé, en fin, un rato estupendo. Hasta las gaviotas reidoras estaban hoy guapas. A ésta la fotografié cuando bebía en la orilla. Fijaros en las dos gotas que se le escapan hacia el extremo superior derecho de la imagen:
Por último, una de las 2 gaviotas canas que había:
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